Robert Rosenthal realizó una serie de experimentos que le permitieron averiguar que las creencias de los profesores sobre el rendimiento de sus alumnos puede afectar al comportamiento de estos. Si las expectativas son altas, harán lo posible por conseguirlas, y lo mismo ocurre en el caso contrario.
Existen dos tipos:
Positivo: Los niños se sienten motivados e impulsados para alcanzar sus metas. Las personas potencian la autoconfianza del niño mediante la motivación, ya que, ellas realmente consideran que son capaces de conseguirlo. Cuando los niños se sienten capaces de lograr una tarea determinada, llevarán ese sentimiento también a otras tareas distintas, explorará cosas que le provoquen sentimiento de satisfacción.
Negativo: Produce muchos daños hacia los niños, incluso puede retrasar su crecimiento. El impacto que causan sobre ellos les impide desarrollar todo su potencial. Un ejemplo de ello son las etiquetas. En algunas ocasiones las personas tienden a catalogar a ciertos niños con adjetivos despectivos, los cuales llegarán a asimilarlos y creer que son verdad. Si, por ejemplo, un familiar o un maestro le dice a un niño que no es capaz de hacer una tarea, este lo creerá y no sabrá realizarla.
El Efecto Pigmalión en la educación:
En el ámbito escolar es donde predomina el Efecto Pigmalión. Para evitarlo se deben tener en cuenta una serie de aspectos. Algunos de ellos son:
⬥ El maestro muestre una postura neutral ante las distintas situaciones que se le presenten al alumnado.
⬥ La responsabilidad no es solo de los maestros sino también de los padres y en los compañeros del alumno.
⬥ Evitar las etiquetas
⬥ Promover tanto el desarrollo individual como el colectivo
⬥ Fomentar la educación integral donde se fomente lo mejor de cada alumno
⬥ Impulsar el trabajo en equipo
⬥ Respetar las características individuales de cada alumno
⬥ Fortalecer la autoconfianza y la autoestima de los alumnos
Para terminar me gustaría añadir una breve reflexión sobre el Efecto Pigmalión. Como hemos podido ver es muy determinante en la manera de actuar de cada niño, por lo que, tenemos que ser prudentes con aquello que les decimos y las expectativas que reflejamos ante ellos. Para ello, es necesario tener ser conscientes de que lo que les digamos no les va a perjudicar negativamente y tener presente en todo momento los aspectos a tener en cuenta mencionados anteriormente, y sobre todo, nunca decirles comentarios negativos, ya que, nadie puede decir a otra persona que no puede hacer cualquier cosa. Bajo mi punto de vista, considero que cada uno es capaz de hacer todo aquello que se proponga si para conseguirlo es constante y pone todo su esfuerzo y dedicación.
Finalmente, os comparto un vídeo que visualizamos en clase de pedagogía sobre el Efecto Pigmalión:
Referencias bibliográficas:
Mundo primaria. (s.f.). Efecto Pigmalión. Recuperado de: https://www.mundoprimaria.com/blog/efecto-pigmalion
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