Hoy voy a hablar acerca del ayuno digital debido a que en estos días he estado reflexionando sobre la gran dependencia que se ha generado en la sociedad del uso de internet, y pensaba...¿realmente a día de hoy seríamos capaces, aunque fuera un solo día, de guardar todos nuestros dispositivos electrónicos y no utilizar ninguno de ellos? A esta pregunta, yo respondería que, imposible no es, pero sí supondría una gran dificultad para todos nosotros, pues las tecnologías ocupan un lugar fundamental en nuestra vida diaria y todas nuestras tareas y actividades están muy ligadas a ellas (trabajo, estudios, tiempo de ocio...). A continuación, voy a explicar de qué trata el ayuno digital, contaré mi pequeña experiencia y reflexionaré sobre si es posible o no.
¿Qué es el ayuno digital?
El ayuno digital es la ausencia total de conexión a redes sociales y dispositivos electrónicos que estén conectados a internet durante un tiempo.
Mi experiencia:
En mi caso, yo utilizo las tecnologías durante muchas horas al día, tanto para el ámbito social como académico. Uso el portátil para anotar apuntes en clase, realizar trabajos, entrar al Campus Virtual, entre otras cosas. Además, utilizo el móvil para hablar con mis amigas, mirar las redes sociales, hacer ejercicio con vídeos de YouTube o escuchar música. En definitiva, internet está muy presente en mi día a día y no utilizarlo me impediría hacer mis tareas de la universidad, entre otras cosas.
Yo soy catequista de confirmación de niños y niñas de 5º de primaria y el sacerdote nos pidió que, si queríamos, dedicásemos un día a la semana a hacer ayuno digital por los niños. Al principio yo no sabía si podría hacerlo por lo comentado anteriormente, pero decidí probarlo. Seguidamente, voy a contar mi experiencia de uno de esos días:
Lo que hice fue apagar el móvil y guardarlo en un cajón para no verlo y querer cogerlo en algún momento. Decidí hacer el ayuno digital el sábado porque durante la semana sería más complicado por la universidad. Por la mañana, me desperté y me fui con la bici con mi padre, como todos los fines de semana. Por la tarde, después de comer, siempre suelo dedicar un pequeño tiempo a las redes sociales, pero, en lugar de ello, lo que hice fue ponerme más pronto a estudiar y hacer trabajos de la universidad. Más tarde, di un paseo con mis amigas y fuimos a tomar algo. Cuando llegué, cené con toda mi familia y vimos una película que nos gustó mucho.
Conclusión:
Tras mi experiencia, puedo afirmar que aunque cueste, si nos proponemos aunque sea un día, sin importar el que elijas y sin poner ninguna excusa, somos capaces de hacerlo. Además, internet a pesar de la multitud de beneficios que nos aporta, al mismo tiempo, puede generarnos diversos problemas e inconvenientes en nuestra vida, sin ir más lejos, la dependencia que supone no poder pasar ni un segundo sin tener el móvil en la mano, lo cual puede llegar a ocasionar graves consecuencias. Me gustó mucho mi experiencia, y, aunque en algún momento determinado me hubiera gustado utilizar el móvil, no hacerlo, me aportó muchos aspectos positivos, por lo que recomiendo hacerlo a todo el mundo.
Referencias bibliográficas:
Montes, C. (19 de agosto de 2020). Sobredosis de redes sociales: especialistas recomiendan hacer un "ayuno digital". La Tercera. https://www.latercera.com/que-pasa/noticia/sobredosis-de-redes-sociales-especialistas-recomiendan-hacer-un-ayuno-digital/YJHDGIQPHJE35DKF4XV2RB7CBQ/
Fuente imagen 2: Aplicación Bitmoji
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